A veces en las obras de arte nos encontramos lo mejor y lo peor de que somos capaces los humanos. Y voy a explicarme tomando como ejemplo algo que me es muy querido, la puerta del Pórtico Norte de la Catedral de Lugo. Muchos opinan que se construyó en tiempos del gótico, como atestigua la bóveda que cubre el pórtico. También hay quienes creen que este lugar se enriqueció con piezas procedentes de otras partes que fueron quedando desubicadas por diversas causas.
Bajo esta maravilla, una de las piezas mas valiosas
de la Catedral
lucense, hay un capitel que cuelga. Se llama pingante, de pingar. En un hermoso
ejemplar, también realizado con piedra de fuera, en la que se representa de
modo muy somero la Santa Cena ,
referencia al tema eucarístico del interior de la Catedral. Entre
abreviaturas, se dice que el discípulo amado reclinó su cabeza sobre el pecho
del señor durante esa cena y que, haciendo esto, vio maravillas celestiales.
Las hojas de la puerta las he comentado en otra
entrada de este blog (Herrajes sagrados). Los herrajes que comentaba en esa
entrada, proceden del Siglo XIII y parece que influyeron en otros de templos
próximos, como los de Vilar de Donas o de Cruz de Incio. No obstante, quiero
comentar que en el tramo horizontal superior, pueden apreciarse azucenas de
tamaño natural. Tal vez no se pusieron en los tramos inferiores o tal vez
fueron robadas, no me atrevo a inclinarme por una o por otra posibilidad.
Está bien añadir, para aumentar este cúmulo de
bellezas. que el escudete de la cerradura es también bonito y su figura ha sido
utilizada como logotipo de algunas convocatorias de actividades que tuvieron a la Catedral como sede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario