En barrios históricos de ciudades antiguas, encontramos calles y plazas con nombres referidos a profesiones artesanas o a gremios. En Lugo tenemos la Tinería, que nos habla de industrias de curtidos de pieles o la Plaza del Campo, que hace referencia al mercado de productos hortícolas que se celebraba en ella. También encontramos la calle de los Clérigos, en las inmediaciones de la Catedral. Otros nombres se han ido perdiendo, por modernidades difíciles de interpretar, aunque tenemos algunos de los que no comprendo su razón, como rúa del Tunel de Oural. Es curioso el sentir popular de estos nombres: en Lugo, hemos dado el nombre “de las dulcerías” a una calle que era sede de varios establecimientos de este tipo. Cuando desaparecieron tales tiendas, desapareció el epíteto como por ensalmo. Hoy tenemos una calle “de los vinos” y no comento más.