miércoles, 29 de mayo de 2024

Puertas e itinerarios - Publicado el 29 - May - 24

Hablar de puertas en Lugo nos lleva a muchos temas derivados y relacionados. Desde el desconocimiento por parte de muchos, hasta lo costoso de su mantenimiento, pasando por el menosprecio de no pocos. Me asombra que sean tantos los que, pasando por nuestras calles, no se han fijado nunca en la belleza que custodia los portales cuando vamos de un sitio para otro por la zona monumental. Si hablo de puertas bonitas y singulares, aconsejo la calle de Quiroga Ballesteros y la parte superior de Bolaño Rivadeneira. Hay muchas más en otros sitios, pero en estas dos calles hay materia suficiente para disfrutar un rato.

Me gusta la Muralla, nuestro bien patrimonial único, desde hace algunos años declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero yo me pregunto si no tenemos más cosas que enseñar en Lugo, más bienes de los que, dignamente, enorgullecernos y mostrarlos a quienes nos visitan.

A veces, frente al Concello se pone un despacho de atención al visitante con personas amables, que orientan a quienes se acercan a él pidiendo consejo con el fin de aprovechar su visita a Lugo. También reparten prospectos, trípticos y planos de la ciudad. Toda la información disponible es sobre la Muralla. ¿No hay nada más? A mi, que soy un ciudadano de a pie, se me ocurren varios itinerarios diferentes para sacar provecho de nuestro patrimonio, hacer que los visitantes nos conozcan mejor y marchen contentos. No los voy a decir, porque tenemos sobrados personajes muy sabidos que, seguro, ya tienen un circuito nuevo para promocionar, el de jardines de ayer y hoy. Si no lo tienen, lo están perfilando.




Mis amigos, cuando vienen a Lugo, conocen cosas que no sospechaban que tuviésemos aquí, y siempre marchan con buenas impresiones de la Muralla, que es lo primero que les enseño, pero sabemos que hay más. ¿Por qué esa dejadez institucional? Pues no lo sé. Incluso, diría que la Muralla está algo dejada de lado. En la ciudad, no veo indicadores acerca de sus accesos. Tampoco es cuestión de llenarla con flechas y direcciones, pero alguno más podría haber.

En fin, hay muchos motivos para hacer con ellos itinerarios turísticos en la ciudad. Querer es poder, dice el refrán, pero a veces parece que estamos en manos inexpertas, que no quieren o no saben. Solo parece. Todo esto se me ha venido a la mente a raíz de mi anterior artículo en El Progreso (07/05/24),, sobre puertas y portales, exponentes de una época en la construcción en Lugo. La llegada del hormigón, su utilización por personas expertas en hacerlo y que sabían lo que querían hacer, generó la aparición de un nuevo estilo constructivo, que en general se ha llamado Racionalismo y del que hablo con frecuencia aquí mismo. Tal vez en el parque de Rosalía de Castro, esté la primera obra racionalista que se levantó en España, hablo de la Pérgola, desde la que admiramos el hermoso paso del Miño por cerca de nuestra ciudad. Conviene no olvidar la lección que nos dio el Garañón y su derribo. Todos juntos con la misma intención, fuimos capaces de conseguir lo impensable.

A veces, he pensado que el Paseo de los Tilos, diseñado por Eloy Maquieira para dar acceso al parque, utiliza esos árboles como consecuencia de recuerdos. Lo creo por la majestuosidad de los tilos en el Paseo bajo los Tilos berlinés, que vio Maquieira.

Hay una puerta que también, a mí, me recuerda la capital prusiana. La traigo en la foto que acompaña este texto. Es la de la casa Roca, en la plaza Mayor. Su diseño, de enrejado mayormente horizontal, se sobrepone intencionadamente con las listas grabadas en los cristales, generando un conjunto que, incluso, puede confundir al paseante.

Pero lo que más me admira de esa manera de trabajar, es el zócalo de las jambas. Para hacerlo, se cortaron tiras estrechas a partir de una sola pieza de mármol veteado. Luego, se fueron colocando en la pared en el mismo orden en que se habían cortado, de modo que las vetas se continúan de una tira a otra, pareciendo que es el mismo mármol el que se curvó. Saber hacer.

8 comentarios:

  1. Profesor,Lugo tiene muchos encantos,anda qye no nos has hablado de ellos en tus inolvidables comentarios llenos de acierto y que sirven para qye cuando caminas te quedas mirando y dices,mira de esto me hablo Emilio Valade,yo soy un po o más moderno y me dedico a cer lis gráficos,esos murales de pared o diseños qyevpara mi tienen muchísimo realismo,como siempre un vaso en casa,saludiños.

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    1. Gracias por tu comentario, exagerado por el cariño que me tenéis en casa. Besos y muchos recuerdos.

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  2. Amigo Emilio. Para reconocer los valores de una ciudad, como en este caso haces tú, hay que "saber ver"!. Eso requiere un mínimo de sensibilidad que, lamentablemente no abunda. Algunas de las decisiones que se toman al ejecutar obras o poner de relieve aspectos destacados de la ciudad constatan esas carencias. Te animo a que persrveres en estas colaboraciones que tanto hacen por el bien de Lugo. Un abrazo.

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  3. Gracias por tu comentario. Coincido contigo en que Lugo es una ciudad muy desponocida para los lucenses que atraviesan sus calles sin percatarse de la belleza que les rodea. Belleza con sabor histórico. Muchos piensasn que deben pensar en conocer mejor la ciudad. Con esta base ciudadana, los que mandan hacen las tropelías que quieren con total impunidad e ignoracia. En fin, se dice que se tienen los gobernantes que se merecen. No lo quiero creer, pero es lo que hay.

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  4. Siempre me gustó la puerta que describes, destaca por su modernidad, igual que la "casa Roca" a la que pertenece.
    El Paseo de los Tilos está llena de recuerdos imborrables de mi infancia y juventud.
    Besos
    Chiruca

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  5. Gracias por tu comentario, tan en conconancia por el artículo.

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  6. Una vez más, gracias por describir el rico patrimonio de la capital lucense y al mismo tiempo, hacernos preguntas para re­fle­xi­o­nar sobre los objetivos de esas construcciones. Posiblemente si no estuviese catalogada así la muralla, con unas normas de protección muy rígidas, seguro que la habrían perforado en varios puntos, para permitir el paso de una moderna autovía o la construc­ción de unas galerías comerciales. Claro que hay innumerables valores en el patrimonio arquitectónico de la ciudad, pero siempre hay uno que destaca y que tira de los demás. Así París está unido firmemente a su famosa torre.

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  7. Cierto, Alfonso, pero siempre tiene que venir gente de fuera para hacer ver a los nativos sus propios méritos. Éstos, los nativos, están acostumbrados a psar de largo sin ver las joyes entre las que vive. Sean torres, murallas o lo que sea. Sí, se piensa que hay que pensar en conocerlas. Un abrazo.

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