Paisajes urbanos Publicado el 24, febrero, 2025

 Para muchos, un paisaje ha de ser necesariamente rural. Ríos, montes, valles y otros, han de conformar un conjunto más o menos armonioso, que en general conocemos como paisaje. Todos coincidimos en ese concepto y hablamos de los bonitos paisajes de los Ancares o de las Rías gallegas.

Pero hay otros tipos de entornos bien definidos con sus detalles, sus elementos bellos, su ambiente sosegado y armónico, que encontramos en los entornos edificados, sean del tamaño que sean. A veces, el conjunto de casas, tejados y otros elementos de origen humano, son capaces de crear paisajes urbanos dignos de tal nombre. También originan comentarios, fotos, sensaciones de bienestar y, en una palabra, morriñas.

En nuestra ciudad, no iba a ser menos, tenemos muchos lugares de los que podríamos decir que definen bonitos paisajes. Por ejemplo, a muchos nos gusta la Plaza del Campo cuando la miramos hacia las calles de la Cruz y Obispo Basulto, con la fuente ante nosotros. Casas restauradas, ambiente de barrio histórico y, en suma, sensación de estar metidos en trozos de historia.

Pero tampoco es preciso retroceder tanto en el tiempo. Pensemos en el cruce de las calles Quiroga Ballesteros y Bolaño Rivadeneira. Primer tercio del siglo pasado, como quien dice, hace cien años. El estilo racionalista inspira las construcciones y tenemos edificios únicos. El ambiente constructor se impone en una ciudad que se va haciendo rica y quiere plasmar ese avance en sus obras. No quiero citar nombres, pero estamos en un paisaje urbano que nos lleva a una época de ilusión puesta en un futuro que, más tarde, no llegó y Lugo y pasó de largo.

La muralla es un fuerte componente de nuestros paisajes urbanos. Tanto por cómo se ve, como por lo que es posible contemplar desde su adarve. No me atrevo a decir qué partes me gustan más, pero desde la puerta del Obispo Aguirre, hasta la de Santiago, encuentro muchos aspectos que me traen recuerdos y llenan mi memoria de situaciones que no olvido, siempre vividas al lado de nuestro Monumento. Me agrada mucho su vista desde Recatelo, bajando hacia la ronda viniendo desde Isaac Díaz Pardo. Desde allí es posible ver juntos ronda y adarve en un conjunto que, a mí, me gusta mucho.

Desde arriba, vemos otro mundo y otros paisajes urbanos. Todo el recorrido es para andarlo de modo pausado y disfrutando de todos los estímulos que nos llegam, tanto visuales como acústicos. A veces, junto a placitas pequeñas rodeadas de muros, nos llegan voces anónimas, ni siquiera conocemos a quienes las emiten ni a causa de qué, pero son retazos de vida, una vida que se desarrolla a los pies de la muralla y que no sabemos qué la propició ni cómo seguirá, pero junto al Pazo de Orbán o desde la plazuela del Cantiño nos pueden alcanzar esos retales de la vida cotidiana de vecinos nuestros.

Desde la Muralla nos es posible disfrutar de paisajes urbanos, de muchos y de diversa índole. Los hay casi rurales, con el Picato al fondo, cuando estemos en la vecindad de la iglesia del Carmen, también Patrimonio de la Humanidad, y los hay señoriales, con edificios coronados por suntuosas cúpulas, de las que en Lugo no estamos sobrados, pero bonitas las que tenemos.

Siempre, nos encontraremos con el regalo paisajístico de alguna torre que surge entre tejados arracimados en derredor suyo. Es el encanto que podemos encontrar en los barrios históricos de ciudades milenarias, como la nuestra. Un paisaje que me gusta mucho en nuestra ciudad está en la calle del Miño, subiendo desde la Tinería. Las casas barrocas parecen juntar sus tejados en lo alto de la calle, pero no llegan a juntarse, entre ellos emerge el campanario de la Torre del reloj de la catedral.

En el fondo de la Plaza Mayor, esquina a Conde de Pallares, entre tejados, aparece algo un torreón, desconozco a qué edificio corresponde, pero es un elemento que confiere una gran singularidad a ese entorno. Si me preguntan por su origen, su uso o significado, yo no sé qué contestar, pero siempre me ha gustado su presencia en ese singular paisaje urbano nuestro.