lunes, 28 de septiembre de 2020

Nuestro Ayuntamiento (Publicado el 28 de septiembre, 2020)

En el siglo XVIII llegaron a nuestra ciudad diversos arquitectos con fines constructivos. Entre ellos vino Lucas Ferro Caaveiro, muy bien acogido en nuestra ciudad. Fue a él, al Maestro Ferro, a quien el Ayuntamiento le encargó levantar un nuevo edificio para albergar su sede, substituyendo al anterior, muy deteriorado. 

Este es el origen del edificio, considerado hoy como uno de los mejores ejemplos del barroco civil en Galicia. Construido en granito, es armónico y proporcionado. Dispone ante él de una amplia superficie que nos permite disfrutar de su contemplación. Todo en su fachada es abundancia de adornos y relieves, lo que le presta profusión de sombras que corren a lo largo de ella según se mueve el sol y hacen que su visión vaya cambiando según las horas. Es una de las cosas que tiene el barroco, la profusión de juegos de luces y sombras. Y en este edificio hay mucho de eso. 


La fachada, de planta baja y primer piso, está concebida con un cuerpo inferior de soportales de ocho arcos. Me gusta el corredor formado por esos soportales que recuerdan lo que son, soportales de Galicia. El corredor está cubierto por un tosco artesonado, cuyas vigas descansan en dos soportes de granito que corren todo a lo largo de él, formando un conjunto de aspecto muy rural que, sin embargo, no desentona en ese lujo ornamental del que hace gala el conjunto del edificio. 

En la primera planta encontramos dos amplios balcones corridos, simétricos, que llegan hasta el centro del edificio. Todo está coronado por una graciosa cresta formada por pináculos, obeliscos y gárgolas. En los extremos del alero hay dos torretas, que tanto pueden servir de campanarios como de garitas, todo puede ser, pero que sirven de bonito remate del edificio en sus extremos. Debajo de una de las torretas, como incrustado en un bisel lateral, aparece un escudo de la ciudad. Bajo la otra torreta, en lugar similar, vemos el mismo escudo. Tal vez quien los puso allí nos quiso gastar esa broma, pues no me constan muchos escudos repetidos en lugares simétricos. Creo que son posteriores a la fachada. 

Todo en el edifico es simétrico. Lo que vemos a su derecha, lo encontramos a su izquierda. Una torreta, un balcón, cuatro arcos a un lado y lo mismo al otro. En el centro, como eje de simetría, nos encontramos un gran escudo de España que sobresale del edificio protegido por un copete adornado por pequeños obeliscos rematados con bolas. Bajo el escudo, la fecha de construcción, 1738. 

Si miramos con detenimiento esta fachada, vemos que todo su peso ornamental cae sobre las columnas que separan los arcos de la parte baja. Así, en esa vertical, y bajo el alero, aparece una superficie de diversos planos que le confieren luces y sombras. A la altura del mismo alero, en la misma vertical de las columnas, vemos una esbelta y larga gárgola y sobre ella, un adorno con volutas acostadas en su base y obelisco en su parte superior. Todo muy profuso y en número de seis, tres a cada lado del edificio. Por la contra, sobre los arcos, en dos grupos de cuatro a cada lado, sólo hay puertas de acceso a los balcones, ocho puertas cuatro en cada balcón. 

Una cosa que siempre me ha extrañado, y me sigue extrañando, es que el edificio posee un número par de arcos en su parte inferior. Cuatro a la derecha y cuatro a la izquierda, separados cada dos por columnas. De este modo, en la parte central de arcos hay una columna, que es justo donde, ya en el edificio, está su entrada. Así es. Su acceso, lujoso desde el punto de vista arquitectónico, posee una grandiosa escalera y una hermosa lámpara, pero no tiene salida ni entrada directa desde la calle. Para hacerlo, es preciso rodear la columna del soportal que la obstaculiza. Si tuviese un número impar de arcos, no ocurriría esto, pues habría un arco central, que daría acceso directo al interior. Pero al maestro Lucas Ferro le pareció bien así y también a los miembros del Consistorio. Yo no lo voy a discutir.

4 comentarios:

  1. Es una fachada única!
    Abrazos
    Chiruca

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Chiruca. Aunque, bien mirado, todas las fachadas son únicas salvo la de los edificios de las urbanizaciones. Mejor especificar en qué es única. Besos. Emilio

    ResponderEliminar