Creo que las veces anteriores en las que hable aquí de la Navidad, lo hice inspirándome en obras presentes en nuestro Museo Provincial. Hoy vuelvo a hacerlo desde su claustro, en el que tanta historia nuestra hay expuesta para quienes quieran ver e interpretar. Cerca de los restos del baldaquino gótico y adosadas a la pared que limita con la iglesia de San Pedro, hay dos vírgenes de factura popular, que me van a dar pie para mis reflexiones de esta Navidad de 2022.
Las dos son populares y fuera de cánones estilísticos concretos. Son madres, están sentadas y tienen a su hijo en el colo, como decimos en Lugo. Tal vez los escultores se inspiraron en modelos góticos, pues en ambos casos vemos relaciones de cariño entre las madres y sus hijos. Representan personas que viven y, por tanto, sienten.
La imagen
de la derecha, según las miramos, representa a una mujer que está dando su
pecho al niño, al igual que hace nuestra Patrona en su altar de la Catedral. La
imagen de la izquierda, con menos vuelos en su ropaje, sostiene un niño que,
con su pequeña mano, recoge el manto de su madre con afán de abrigarla, como
hace el hijo de la Virgen del Pilar.
Recomiendo
acercarse y ver los pies del niño de la imagen de la izquierda, pues en ella el
escultor recortó un poco su saya para dejarnos ver sus pies con sus deditos y
sus uñas. Tal vez un detalle del autor queriendo hacer ver que, cuando se trata
de hacer bien las cosas, él sabe estar donde hace falta en la labor de
representar. Y lo hace en granito, que no es ni piedra blanda ni sencilla de
labrar.
Aunque
suele haber visitantes en nuestro Museo, pocas veces me he encontrado con
personas de Lugo en él y lo lamento muy de veras. Tenemos en la ciudad más de
un Museo y en todos ellos hay obras para presumir de ellas. Temo que muchos lucenses
no han visitado nuestros Museos, ni saben de sus respectivos contenidos y
singularidades. No sé qué nos ocurre a los lucenses que o bien creemos que lo
conocemos todo o que no vale la pena dedicar nuestro tiempo en conocerlo.
Un año
más, viene la Navidad. Durante esos días tendremos ocasión de pasear por
nuestra ciudad, de comprobar cómo van las obras de peatonalización, lo que está
bien y lo desastroso, que hay de todo.
Viene la
Navidad y nos desearemos paz y felicidad unos a otros, aunque pueda ser que
algunas veces lo hagamos de manera rutinaria. Pero en estos días de encuentros
familiares, de conversaciones sin prisas y sobremesas acogedoras, deseo a todos
la valentía de echarse a la calle para reconocer Lugo, que hay mucha tarea por
hacer.
Para algunos
es posible que esos paseos representen una aventura hacia lo desconocido, pues
estamos acostumbrados a pasar por nuestras calles sin reparar en ellas y la
belleza que encierran. Tal vez no sean muchos quienes recuerden el bonito
espacio verde que tenemos desde la Plaza de La Constitución, pasando por A
Mosqueira hasta los jardines de San Roque. Y si hablo de jardines, invito a
todos a disfrutar con el de San Fernando o a lamentar el desastre en que han
quedado los de la Plaza Mayor. Si queremos revivir momentos de nuestras vidas,
no estará mal coger por obispo Aquirre, recorrer el Paseo de los Tilos para
dejar que los recuerdos remansen en el Parque y en su mirador. Todos tenemos
fotos en él, testimonios familiares de tiempos pasados, bonitos, entrañables. Evocaciones
a las que, tal vez ahora en Navidad, es bueno regresar.
También
podemos disfrutar paseando y disfrutando de las calles del siglo XIX, cuando
Lugo parecía desperezarse de un letargo de siglos, alzando viviendas nuevas que
aún hoy encontramos señoriales. O podemos ir al Museo a contemplar los muchos
exponentes que guarda, que nos han quedado de esos tiempos.
Es
posible que nos sorprendamos encontrar tanta belleza. Ojalá que nos sintamos
orgullosos de formar parte de esta ciudad.
Deseo a
todos una Navidad diferente, entrañable, llena de reencuentros con nuestro
pasado, siempre rico en significados.
End momentous aai,esas de esas esculturas,me vienen al pairo,para describir a mi mama,cuantaa veces me lavo me limpio me riño con azote incluido,pero cuantisimas veces en su Colo,mame educacion cariño y respeto,desde su corazon ahora que no habla no comprende y envuelto en una lagrima de mis adentros,te manda un beso Emi,tanto para ti Como para los tuyos,con ESA afectividad que habeis tenido de siempre y que tan to os ha caracterizado Felices fiestas.
ResponderEliminarMuchas gracias, también os deseamos felices días con el cariño que sabes que os tenemos. Emilio
ResponderEliminarQué suerte que nos transmites tus observaciones!
ResponderEliminarAbrazos
Chiruca
Gracias, Chiruca, por tu comentario. Feliz Navidad.
EliminarSí, en Lugo y en todas partes se suele dar por sentado el patrimonio propio, y por lo tanto se valora y visita menos. Siempre va a estar ahí, ya iré a verlo, parece ser la idea. Podemos viajar miles de kilómetros para ver algo de lo cual tenemos un ejemplo al lado de casa. Curiosamente aquello que esté lejos, menos accesible y como más exclusivo, ya sí que lo apreciamos más.
ResponderEliminarGracias por la mención de los piececitos esculpidos, un detalle encantador en el que no me había fijado y que apreciaré en mi próxima visita al Museo.
¡Felices Nochevieja y Año Nuevo, por cierto!
Silvia
Es así, Silvia, siempre valoramos más lo ajeno. Pero me gustaría que conociésemos lo propio, porque además de minusvalorado es desconocido. Por demás, hay muchos piececitos esculpidos en el Museo así como tiernos detalles en las colecciones. Fíjate, encontrarás y disfrutarás con ellos.
EliminarSon como pozos sin fondo los Museos. Siempre han sido de ese modo. Diafruta en tus próximas visitas.
Feliz 2023 Emilio