lunes, 29 de mayo de 2023

Por la calle del Obispo Aguirre - Publicado el 29 de mayo de 2023

 

Otra calle con nombre de obispo en nuestra ciudad. Me gusta esta vía, que siempre consideré nacida con una finalidad concreta, permitir ir a lugares determinados. Se accede a ella desde el centro amurallado a través de una amplia puerta abierta en la muralla. Que yo sepa, esta puerta no tiene nombre propio.

En el claustro del Museo Provincial podemos ver vestigios de vida en esta calle. Hay capiteles y otros elementos constructivos que nos hablan de viviendas lujosas, de gentes con gustos refinados y cultas. Hoy mantiene cierto empaque señorial.

Por esta calle se iba a destinos concretos: Dar un paseo por el parque, a los centros educativos que se concentraron al final de la calle, o bien a los cementerios que hubo en la ciudad hasta la mitad del siglo pasado.



Saliendo desde la muralla, el acceso a la calle era muy bonito, pues en la esquina de la izquierda estaba el Sanatorio Alonso - Pimentel, obra de Eloy Maquieira, edificio en ladrillo, construcción poco frecuente en Lugo, y en la derecha había, y hay, un hermoso edificio de viviendas con la Vidriería Lara en su parte inferior. La Vidriería tenía vidrieras ornamentadas en su entrada, que se han conservado.

Los cementerios canalizaron parte del comercio de esta calle. En las casas correspondientes a los números impares hubo varias marmolerías dispuestas para la construcción y venta de panteones. Sus escaparates lucían imágenes en mármol de figuras funerarias, como ángeles, crucifijos o vírgenes. También había relieves con similares motivos y floreros de diversas formas, pero todos ellos con su aire funerario y hechos en mármol. En algún escaparate de aquellos establecimientos había maquetas pequeñas de panteones, como de juguete.

En la acera de las casas pares, los establecimientos, más diversos, estaban muy encaminados al público que transitaba por ella en los meses lectivos. Había librerías, imprentas, papelerías con accesorios para los estudiantes, y, también, algún local de juegos al que podrían ir aquellos que no tuviesen ganas de asistir a clase. Latar, llamábamos a esa triste actividad. Había más tiendas, claro, recuerdo una frutería y otra de material para montar radios. Y la vidriería que he comentado.

Al final de la calle, a la izquierda, estaba el Seminario Menor, un edificio noble, con jardín en su parte delantera y haciendo esquina con la calle de D. Angel López Pérez. Fue comprado en la década de 1920 por el obispo Balanzá a los HH Maristas para establecer en él la sede de esta actividad docente eclesiástica. Parte de este edificio se utiliza actualmente para oficinas del Concello de Lugo, con acceso desde la Ronda da Muralla.

Muchos edificios de entonces han desaparecido. Tal vez sólo se conserven el de la Vidriería y algún otro. Todos los demás han sucumbido a un afán renovador, muchas veces explicable y otras veces deleznable cuando sólo lo inspira la especulación. Pero sí, las cosas deben cambiar y también han cambiado en esta calle.

Al terminar la calle, había una glorieta y encontrábamos los edificios destinados a actividades docentes. Allí estaban los dos Institutos, el Masculino y el Femenino, la Escuela Normal de Magisterio, la de Comercio y la de Maestría Industrial. Todos aquellos estudiantes pasaban a diario por la calle dándole el ambiente propio de la juventud. Voces altas, carreras, grupos: hormigueo de gente joven. Algarabía juvenil.

En esto, la calle Aguirre sigue igual que antes, con sus lógicos cambios. Se ha peatonalizado y está bonita, más cómoda y segura para tanto viandante. Hay muchas cafeterías destinadas a este público joven que marca sus horas punta pendiente de sus horarios de clases. Las cafeterías nuevas son bonitas, acogedoras y algunas con sus terrazas. Todo bien pero, lógico, su máxima actividad coincide con los horarios lectivos. Rn época de vacaciones, del ritmo de la calle decae, pero los estudiantes siempre vuelven. Serán otros, pero siempre serán los mismos.

En estos centros se forma gran parte de los jóvenes de hoy. Buscan su futuro y les deseamos lo mejor en su historia personal. Lástima que, al terminar, la ciudad no les ofrezca mucha perspectiva de progreso y deban emigrar si desean esa mejora a la que tienen derecho.

10 comentarios:

  1. Cuántos recuerdos me trae esta calle.
    Abrazos
    Chiruca

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    1. Para muchos estudiantes, esta calle es objeto de frecuerdos entrañables.. Gracias, Chiruca.

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  2. Me has traído al recuerdo la calle Aguirre de mi infancia y eso es lo que hace que tus paseos por Lugo me emocionen siempre que los leo muchas gracias Emilio

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    1. Gracias a ti, Eduardo, por comentarme tus seensaciones al leer este recuerdo mio. La calle Aguirre queda plasmada en el recuerdo de muchos lucenses, siempre con cariño. Gracias, Eduardo.

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  3. Estimado Emilio,

    Da Obispo Aguirre da miña infancia, cando coma moitos outros pasaba por ela para ir ó colexio, o que máis lembro é a palmeira que había ó final dela, nos xardíns do Seminario Menor.
    Esa palmeira era para min algo totalmente exótico, fora de lugar, singular e rechamante; coma unha planta alieníxena transplantada dende os libros de bioloxía ou as películas e series ambientadas en lugares tropicais ata a cidade de Lugo.

    A pobre palmeira debía de sufrir dabondo alí pero era coma unha sorte de lembranza de que en Lugo se podía atopar o exótico e que sobrevivise fermosamente.

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    1. Es curioso que, para cada uno, los recuerdos vengan centrados en un detalle, tal vez inaprecible para loos demás. Los recuerdos son así. Bendita palmera, que aunque malvivió en ese jardín, se hizo permnente en tu recuerdo. Gracias por contárnoslo. Emilio

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  4. Aún lo recuerdo,en mi casa decir que hibsmos a los tilos era una fiestaza por qué había zumo de naranja con patatas fritas,hoy gracias entre otros,a mi querido profesor,los tilos también tiene otro significado otro sentido digno de admiración,de nuestra biológica naturaleza.Emilio hoy el beso de Carmucha es muy particular,hasta hoy me decís dale un beso a Emilio,hoy me ha dicho,dale un beso a Emilio,y dile que he emprendido un largo viaje,pero que desde donde estoy,nos volveremos a abrazar,tarde o temprano,gracias querido profesor,te queremos.

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  5. Es una calle muy llena de recuerdos y presencia estudiantil, desde luego. Tenía, según dices, incluso más personalidad y funciones esa calle antes. Fíjate cómo son las perspectivas de cada uno de distintas, que yo la tengo interiorizada como calle de entrada, nunca de salida. Volviendo a las funciones anteriores, parece que se ha instalado una funeraria en la Plaza Mayor, dicen que en la antigua sastrería Balbás, que está bien cerca.
    En cuanto a los chavales, buena observación (aunque no sea agradable) al final. Saludos, Silvia

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  6. Muchas cosas dices, sí una funeraria donde antes estuvo el estudio de Juan José para las fotos familiares y "serias". Por lo que he leído, la funeraria instalará oficinas en esa casa, le dará actividad. (iba a decir vida, pero parece fuera de lugar) Es un bonito edificio digno de ser cuidado. En cuanto a la calle... llena de vida, de ilusiones y de esperanzas. Pero en Lugo no se sabe mucho de albergar esperanzas a no ser marchando. Hemos visto marchar a muchos. Un saludo. Nos vemos en Lugo, Emilio.

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