lunes, 17 de julio de 2023

Una escultura escondida -- Publicado el 17 - julio - 2023

 En mi opinión, una obra de arte debe inspirar algún tipo de reacción en nuestro ánimo. Nos puede alegrar, disgustar, atraer, evocar, generar rechazo y muchas otras sensaciones, todas ellas personales, que hacen que una obra concreta sea de nuestro agrado o no lo sea. Las sensaciones que nos produce no tienen que ser perpetuas, pueden cambiar debido a muchas variables en nuestro estado de ánimo o por causas exteriores.

Comento esto, una opinión mía, porque voy a referirme a una obra que tenemos en Lugo y que siempre he considerado generadora de polémicas, a veces encarnizadas, y que hoy se tiene guardada entres árboles, como escondida, en los jardines de Santo Domingo, esos que según leo, se encuentran en peligro de extinción.




La primera vez que vi esa escultura, estaba a ras de calle en la plaza de la Soledad. La encontré un domingo, cuando se celebraba en ella el mercadillo que más tarde fue cambiando de ubicación. La pieza estaba en el suelo, sin ningún tipo de peana que la resaltase y parecía dejada allí, de modo transitorio, antes de situarla en su ubicación definitiva. Pero los días pasaban y la pieza seguía sin moverse,

Mientras, surgieron comentarios acerca del peligro que representaba aquella situación por si alguien chocaba con ella. También aparecieron comentarios muy críticos relativos a la idoneidad de la 

escultura, su dudosa belleza y su pertinencia para formar parte de nuestro patrimonio artístico. Opino que el simple hecho de generar controversia ya es motivo para constatar que da lugar a diferentes posiciones encontradas, se enjuicia de un modo u otro, se reflexiona sobre ella y, yo creo, es digna de ocupar su lugar entre nosotros.

Me parece que en escultura somos muy adictos a las obras figurativas y desdeñamos las  más o menos abstractas. En plena calle, dejando aparte las figuras de santos en fachadas religiosas, creo que tenemos pocas estatuas. Las demás esculturas son bustos, la verdad es que muy dignos todos ellos. Pero pienso que sólo tenemos una sola obra abstracta, ésta que comento, puesta en lugar público para dejar volar la imaginación de quienes la contemplen. ¿Acaso no gusta a muchos? Tampoco lo de san Marcos enciende pasiones encomiásticas, y allí está.

Opino que la escultura está mal situada. Tal vez siempre lo estuvo. Le faltó una ligera tarima, baja, que la ensalzase sobre todos, confiriéndole un cierto aire de singularidad. También creo que es una pieza para estar situada en una zona central, y de ese modo poder ser contemplada en toda su periferia. Los bustos que tenemos en nuestras calles o plazas definen una posición desde la cual verlos. Ésta que comento ahora, puede verse desde cualquier punto de su contorno. Tal vez su sitio estuviese en el centro de un jardín, y realzada, nunca escondida como si nos avergonzásemos de ella. A mí se me ocurren algunos lugares en las que estaría bien, y dignificada, pero no soy nadie para asignarle un lugar adecuado dentro de nuestra ciudad. En todo caso, pedir “a quien corresponda” que tenga la valentía de colocarla en algún lugar adecuado para ser contemplada y dejar que inspire en el observador la sensación correspondiente, como obra de arte que es y tal como entiendo lo que es “arte”.

En algunas ocasiones, me ha dolido el dogmatismo de algunos que, ante esta escultura no han dudado en categorizar diciendo “es horrorosa” o algo similar, en lugar de personalizar la opinión con un “no me gusta”.Son dos posturas muy diferentes ante la misma pieza. Diferencias que, por lo que digo, ya nos indican que estamos ante una obra de arte capaz de suscitar controversias.

Recuerdo, siendo niño, un cuadro de tonos tenebrosos, que fue premiado entre una gran polémica, y que hoy forma parte de la pinacoteca del Círculo de las Artes. Es de Tino Grandío.

En la ciudad de París se generó una agria controversia cuando se levantaba la Torre Eiffel. Sus detractores decían que aquella obra no era digna de estar en la Ciudad de la Luz. Sus gobernantes desoyeron las críticas y hoy esa torre es uno de los iconos de la ciudad. Aquí somos menos valientes.

 

15 comentarios:

  1. Tu comentario, sí me parece muy valiente.

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    1. Buenos días. Ayer paseando silenciosamente por las playas de La Coruña, en ese pequeño espigón que separa la playa de Orzán de la de Riazor, observé otra escultura abstracta, que me recordó a las singulares cintas giratorias que se emplean en gimnasia rítmica.
      Esta escultura comparte con la que nos describe aquí nuestro paseante silencioso, que no venía ni el nombre del autor, ni el de la escultura.
      Es una pena que se ningunéen estos detalles que sí son importantes, y que nos retrotraen al oscurantismo de la música gregoriana, donde nunca viene citado el autor.
      Saludos
      Alfonso

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  2. Concordo contigo, Emilio. Unha obra pode crear polémica e iso engádelle valor. Non sempre é posible conseguir un consenso xeral ao redor dunha obra. A min, esta que mostras, gústame moito e boto de menos coñecer o autor ou autora.
    Grazas por educarnos, tamén neste aspecto.
    Saúdos afectuosos!

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  3. Gracias por tu comentario. También me gustaría conocer el nombre de quuién hizo esta esculltura, merecedora de mejor lugar, que hay de soobras si se quiere. A ver si aparece algún movimiento ciudadano, que con esto de árboles y cementos parece despertar. Gracias de nuevo.

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  4. Perdon los fallos en la escritura.. Llevo unos dias de difícil escribir en un teclado. Gracias

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  5. Gracias Emilio por compartir tus descubrimientos con tus lectores.

    Creo que si a esta escultura le ponemos una peana o cualquier tipo de marco, destrozamos su esencia volatil.

    Debería estar escrito el nombre del autor, que ya no estamos en la edad media donde toda la música gregoriana venía sin copyright, pues era anónima.

    A mi me recuerda a una mantis religiosa en el éxtasis, insecto que fascinaba a Dalí.

    Las obras de arte son aquellas que perduran a lo largo del tiempo. Muchas de ellas se han perdido y unas pocas las redescubren paseantes

    Por desgracia, muchas de ellas se han perdido.

    A veces alguien como tú, con una sensibilidad extraordinaria, encuentra alguna y nos la puede mostrar.

    Gracias de nuevo, por esta arqueología de los sentidos.

    Alfonso Barrios

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  6. Estimado Emilio,

    Se non estou trabucado, esa escultura titúlase "Vieiros de seu" e foi realizada polo escultor coruñés Pepe Galán.
    Se cadra non estaría de máis poñer unha plaquiña con eses datos.

    Respecto á peza en si, podería funcionar mellor a un tamaño máis grande e nun espazo máis aberto (ou incluso desolado, como a praza da horta do Seminario) pero non creo que precisase de tarimas ou peanas.

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    1. Gracias por tu valiosa información relativa al autor de la obra.
      En relación a la disyuntiva peana sí 0 no, soy de la opinión que la ausencia de peana confiere a la escultura cierto aire de inacabada, pero es cuestión de opinión.
      Lo importante de recuperarla para el disfrute público.
      Gracias por tu comentario. Emilio

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Una vez que una imagen entra en la mente,y provoca una reacción,la que sea, de n psicología lo aprendí,provoca un estado emocional,y luego las consabidas,bueno,está regular,sobra,ponerla en otro sitio,no me disgusta,son pensamientos distorsionados y críticas muchas veces a algo,que previamente y a lo mejor positivo ha pasado por nuestros sentidos para ti y tu hermana,besos de Cielo y tierra.

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  9. Gracias, amigo mío. Manda besos al cielo de nuestra parte

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  10. Y tan escondida!
    Es una escultura revolucionaria.
    Quizás su autor utilizó alguna "Geometría no euclidiana" para realizarla.
    Abrazos
    Chiruca

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