domingo, 4 de octubre de 2020

Una estela en el Museo (Publicado el 18 de enero de 2020)

Según el diccionario, una estela es un monumento conmemorativo que se erige sobre el suelo en forma de lápida o pedestal. Allí queda hincada, hasta que por algún motivo cae, pudiendo perderse su recuerdo. Más tarde es posible que se descubra y, con suerte, recibirá honores por parte de sabios que la estudiarán, interpretarán y llevarán a algún museo para ser admirada. En pocas palabras, tan pocas que podrían ser consideradas ofensivas, ésta viene a ser la historia de una estela que voy a comentar y que se puede ver y disfrutar en el Museo Provincial de Lugo.

Voy a comentar lo que hace pensar, la estela de Crecente, de la zona periurbana de Lugo. La primera cuestión es el material con que está realizada, nuestro granito. Así, tenemos a nuestros canteros afanados en presentarnos la finura y la fidelidad de su trabajo en lucha contra la dureza de la piedra. Los pliegues de las togas caen como caerían los naturales, los cabellos nos permiten ver cómo eran los peinados. Todos los detalles que se quisieron exponer, se expusieron sin más límite que el deseo de quien encargó la estela.



La estela de Crecente, (de aquí al lado de Lugo), es muy completa. Tiene esculpido un epitafio, que viene a decirnos que “Apana, hija de Ambolo, que vivía en tierras de los Célticos, al norte del Tambre, murió a los 25 años y está enterrada aquí. Su hermano, Apano, fue el promotor de esto”. La traducción es muy superficial, mía, pero lo primero que me impresiona es la temprana edad a la que murió Apana. Hoy, enero de 2020, sería considerada casi una adolescente, pero las expectativas de vida se han ido alargando considerablemente a lo largo de nuestra historia. Tal vez en aquel momento, Apana ya tuviese descendencia.

Hay un contraste manifiesto en esta estela, y es el grupo familiar formado por el padres, de pie, tras dos mujeres sentadas, tal vez una de ellas Apana, y el niño que, por pequeño, aún no aparece de pie, más bien sentado sobre las rodillas de una de las mujeres y con un juguete cerca. Es una composición clásica, muy del gusto romano, con el paterfamilias cobijando o amparando a los demás.

Sí, todo muy romano, la composición, las ropas, los peinados, pero no los nombres. ¿Qué ocurre aquí? Los nombres son célticos, anteriores a la romanización. Es muy posible que la estela se realizase en una época en la que la romanización estaba en marcha, pero no consolidada. Entre los bien situados, y los personajes representados en la estela debieron pertenecer a ese grupo, ya se habían adoptado los modos de los invasores. Faltaban siglos para que alguien dijese que las ideas dominantes eran las de la clase dominante, pero ahí tenemos a esta familia con sus apariencias romanas, incluso con la de erigir una estela, sí, pero en su profundo sentimiento aún estaban apegados a sus orígenes de más allá del Tambre, y así los nombres siguen perteneciendo a esas poblaciones. Siglos más tarde, tenemos que los nombres siguen siendo detalles muy identificativos de nosotros mismos.

Por otra parte, y prescindiendo del material sobre el que se plasmó el grupo familiar, diré que la composición del grupo, el cuadro, lo encuentro muy permanente en los modos de representar familias hasta mediados del siglo XX, hasta cuando el retratarse no se había popularizado y las fotos eran “de estudio”. Es curioso, pero esa representación familiar me resulta muy próxima en ese aspecto. Diversos fotógrafos de Lugo habrían recurrido a esa composición en casos similares.

Me gusta imaginar cómo debió ser Lucus Augusti en aquel tiempo. Aún no existía la muralla y, por los datos y hallazgos que se van teniendo, nos encontramos con una zona periurbana rica en actividad cultural. ¿Qué había aquí?

¿Porqué la familia de Ambolo, el padre de Apana se vino desde el norte del Tambre hasta esta urbe? ¿Qué buscaba aquí como para realizar tan larga emigración?

Ojalá la arqueología nos siga aportando datos que nos permitan conocernos mejor. Mientras, la contemplación de la estela de Crecente es, para mí, una constante fuente de reflexiones.

10 comentarios:

  1. Como siempre querido profesor,tu amabilidad y sapiencia,sobresalen en tus comentarios,me quedo con la piedra y la canteria de granito que tenemos y de la ue todos somos propietarios,no se encuentra,en otros lados y da voluminosidad y toda la bellezaa la estela,un abrazo Emilio,y....ya sabes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, José María por tus cariñosos comentarios. Recuerdos y besos en casa.

      Eliminar
  2. Es un ejemplo de asimilación de la clase dominante. Gracias por la observación.
    Abrazos
    Chiruca

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un período muy interesante este de la romanización, del que el texto de esta estela es una muestra. Besos,

      Eliminar
  3. No sabía lo que era una estela y todo lo que se puede leer en ella. Gracias por esta reflexión.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Marisa, por tu comentario. Ya ves dónde me distraigo. Un beso. Emilio

      Eliminar
  4. Es una estela fantástica Emilio y lo curioso es que sus motivos decorativos no mezclan el mundo clásico romano y el galaico autóctono que es bastante frecuente en las estelas encontradas en Galicia. Por ejemplo es común que tengan elementos como un triskel más o menos complejo.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Norte, añadiendo información a lo que digo. me alegra verte en este blog. Un abrazo afectuoso. Emilio

      Eliminar
  5. Muy bonito e interesante Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  6. Gracias a ti, Olga, por visitar este blog y comentarlo. Un beso.

    ResponderEliminar