Voy a comentar lo que hace pensar, la estela de Crecente, de la
zona periurbana de Lugo. La primera cuestión es el material con que está
realizada, nuestro granito. Así, tenemos a nuestros canteros afanados en
presentarnos la finura y la fidelidad de su trabajo en lucha contra la dureza
de la piedra. Los pliegues de las togas caen como caerían los naturales, los
cabellos nos permiten ver cómo eran los peinados. Todos los detalles que se
quisieron exponer, se expusieron sin más límite que el deseo de quien encargó
la estela.
La estela de Crecente, (de aquí al lado de Lugo), es muy completa.
Tiene esculpido un epitafio, que viene a decirnos que “Apana, hija de Ambolo,
que vivía en tierras de los Célticos, al norte del Tambre, murió a los 25 años
y está enterrada aquí. Su hermano, Apano, fue el promotor de esto”. La
traducción es muy superficial, mía, pero lo primero que me impresiona es la
temprana edad a la que murió Apana. Hoy, enero de 2020, sería considerada casi
una adolescente, pero las expectativas de vida se han ido alargando
considerablemente a lo largo de nuestra historia. Tal vez en aquel momento,
Apana ya tuviese descendencia.
Hay un contraste manifiesto en esta estela, y es el grupo familiar
formado por el padres, de pie, tras dos mujeres sentadas, tal vez una de ellas
Apana, y el niño que, por pequeño, aún no aparece de pie, más bien sentado
sobre las rodillas de una de las mujeres y con un juguete cerca. Es una composición
clásica, muy del gusto romano, con el paterfamilias cobijando o amparando a los
demás.
Sí, todo muy romano, la composición, las ropas, los peinados, pero
no los nombres. ¿Qué ocurre aquí? Los nombres son célticos, anteriores a la
romanización. Es muy posible que la estela se realizase en una época en la que
la romanización estaba en marcha, pero no consolidada. Entre los bien situados,
y los personajes representados en la estela debieron pertenecer a ese grupo, ya
se habían adoptado los modos de los invasores. Faltaban siglos para que alguien
dijese que las ideas dominantes eran las de la clase dominante, pero ahí
tenemos a esta familia con sus apariencias romanas, incluso con la de erigir
una estela, sí, pero en su profundo sentimiento aún estaban apegados a sus
orígenes de más allá del Tambre, y así los nombres siguen perteneciendo a esas poblaciones.
Siglos más tarde, tenemos que los nombres siguen siendo detalles muy
identificativos de nosotros mismos.
Por otra parte, y prescindiendo del material sobre el que se
plasmó el grupo familiar, diré que la composición del grupo, el cuadro, lo
encuentro muy permanente en los modos de representar familias hasta mediados
del siglo XX, hasta cuando el retratarse no se había popularizado y las fotos
eran “de estudio”. Es curioso, pero esa representación familiar me resulta muy
próxima en ese aspecto. Diversos fotógrafos de Lugo habrían recurrido a esa
composición en casos similares.
Me gusta imaginar cómo debió ser Lucus Augusti en aquel tiempo.
Aún no existía la muralla y, por los datos y hallazgos que se van teniendo, nos
encontramos con una zona periurbana rica en actividad cultural. ¿Qué había
aquí?
¿Porqué la familia de Ambolo, el padre de Apana se vino desde el
norte del Tambre hasta esta urbe? ¿Qué buscaba aquí como para realizar tan
larga emigración?
Ojalá la arqueología nos siga aportando datos que nos permitan
conocernos mejor. Mientras, la contemplación de la estela de Crecente es, para
mí, una constante fuente de reflexiones.
Como siempre querido profesor,tu amabilidad y sapiencia,sobresalen en tus comentarios,me quedo con la piedra y la canteria de granito que tenemos y de la ue todos somos propietarios,no se encuentra,en otros lados y da voluminosidad y toda la bellezaa la estela,un abrazo Emilio,y....ya sabes
ResponderEliminarGracias, José María por tus cariñosos comentarios. Recuerdos y besos en casa.
EliminarEs un ejemplo de asimilación de la clase dominante. Gracias por la observación.
ResponderEliminarAbrazos
Chiruca
Es un período muy interesante este de la romanización, del que el texto de esta estela es una muestra. Besos,
EliminarNo sabía lo que era una estela y todo lo que se puede leer en ella. Gracias por esta reflexión.
ResponderEliminarGracias, Marisa, por tu comentario. Ya ves dónde me distraigo. Un beso. Emilio
EliminarEs una estela fantástica Emilio y lo curioso es que sus motivos decorativos no mezclan el mundo clásico romano y el galaico autóctono que es bastante frecuente en las estelas encontradas en Galicia. Por ejemplo es común que tengan elementos como un triskel más o menos complejo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias por tu comentario, Norte, añadiendo información a lo que digo. me alegra verte en este blog. Un abrazo afectuoso. Emilio
EliminarMuy bonito e interesante Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Olga, por visitar este blog y comentarlo. Un beso.
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